El colorete tiene el poder de animar y amplificar todo tu look. Suele aplicarse y usarse en las mejillas para crear un rubor juvenil de aspecto natural. Donde quieras añadir un toque de color puro y radiante, aplica Mineralize Blush.

El colorete es una forma perfecta de realzar tus rasgos y crear un brillo juvenil. Es importante conocer la forma de tu rostro para saber dónde y cómo quieres definirlo. Las personas con rostros redondos, por ejemplo, deberían considerar la posibilidad de aplicar el colorete bajo las manzanas de las mejillas para obtener más definición.

Utiliza una brocha para colorete, como la 129S Powder/Blush Brush, o tus dedos para aplicarlo. El colorete puede usarse sin ningún otro tipo de maquillaje o encima de la base de maquillaje o el corrector. El colorete en polvo aporta un color fantástico a las mejillas con facilidad y consistencia.

El bronceador está hecho para añadir profundidad y definición al rostro y amplificar el brillo natural del sol. Recomendamos utilizar una brocha grande y esponjosa para aplicarlo, como la 150S Large Powder Brush. Elige la brocha adecuada y deslízala sobre el bronceador. Elimina el exceso de polvo y aplica el bronceador en el rostro como desees, con movimientos circulares. Para los productos con efecto iluminador, como Mineralize Skinfinish, céntrate en aplicar el producto en los planos altos de tu rostro (como los pómulos) utilizando una brocha para difuminar cónica, como la 224S Tapered Blending Brush.

Los bronceadores son increíblemente versátiles y están hechos para añadir calidez y definición al rostro. Se pueden utilizar solos, para ayudar a fijar la base de maquillaje o para retocar el maquillaje a lo largo del día. Los bronceadores no son una solución para el bronceado. Para obtener un brillo saludable y natural, recomendamos empezar con Mineralize Skinfinish Natural, que proporciona un acabado dimensional pero natural.

La diferencia principal entre el bronceador y el colorete es que uno aporta calidez y el otro un sutil toque de color. Es importante tener en cuenta el propósito de cada producto cuando te preguntes dónde aplicar ambos. El bronceador aporta un brillo dorado, como el del sol, por lo que debes aplicarlo en los lugares donde el sol suele incidir en tu piel, como la frente, los pómulos, la nariz y la mandíbula, así como en la zona del cuello y el escote. El colorete proporciona un aspecto suave y sonrosado, por lo que debes aplicarlo en la zona de las mejillas.